Ocurren básicamente por una sobrecarga de entrenamiento físico, que conlleva a superar los umbrales y
como resultado se producen lesiones.
Las lesiones pueden ser:
Partes blandas: Lesiones de meniscos y cartílagos. Lesiones musculares, lesiones ligamentosas, lesiones
tendinosas.
Lesiones esqueléticas:
todas aquellas que pueden llevar a una fractura, fisura o contusión e inflamación.
Los principales síntomas de las lesiones deportivas están relacionados con el tamaño y la extensión del
traumatismo y están principalmente representados por:
La fascitis plantar o espolón calcáneo es una de las causas más comunes del dolor de talón.
Consiste en la
inflamación de una banda gruesa de tejido que se extiende a lo largo de la parte inferior del pie y que
conecta el talón con los dedos del pie (fascia plantar).
La fascitis plantar suele provocar un dolor punzante que generalmente se produce al dar los primeros pasos
del día.
Luego de levantarte y comenzar a moverte más, el dolor suele disminuir, pero puede volver luego
de estar parado durante mucho tiempo o luego de levantarte de tu asiento.
Existen múltiples tratamientos que van desde analgésicos, terapia física, infiltración, hasta cirugía.
Son frecuentes y aumentan con la edad. Afectan principalmente a personas que realizan movimientos
repetitivos por encima de la cabeza, como en pintores, carpinteros o en ciertos deportes
tenis, baloncesto, natación.
El dolor que se relaciona con esta lesión puede Describirse como:
Durante los 2-3 primeros años de vida el pie del niño tiene una apariencia de pie plano.
Esto viene
condicionado por su gran elasticidad y por el acúmulo de tejido adiposo en la zona interna de la planta del
pie. A partir de los 5 años el arco ya es aparente y seguirá aumentando de forma progresiva.
Una persona tiene pie plano cuando el arco de la parte interna del pie está aplanado, lo que hace que la
planta del pie entera toque el suelo cuando la persona está de pie.
El pie plano es una afección frecuente
que en general no causa dolor, y puede ocurrir cuando los arcos no se desarrollan durante la infancia.
Por eso es importante un correcto diagnóstico desde la infancia, para poder corregirlo de manera oportuna.
Es una pérdida en la continuidad de alguno de los meniscos, el interno (la más común) o en el externo, y en
función de sus causas traumáticas o degenerativas.
El mecanismo lesional en los traumatismos indirectos se producen con la rodilla en flexión, valgo o varo y
rotación.
El paciente recibe un golpe por la zona interna o externa de la rodilla con el pie en el suelo, y al
girar o rotar se produce una presión que el menisco no soporta y se rompe.
Los síntomas más comunes del desgarro del menisco son:
El síntoma principal es el dolor en espalda baja, te explico un poco más de estos y sus causas…
La lumbalgia puede manifestarse mediante cualquier combinación de los siguientes síntomas:
La Coxartrosis o el desgaste de la cadera es una afección inflamatoria, crónica, degenerativa y progresiva
que afecta generalmente después de los 50 años en ambos sexos.
Además del dolor en la ingle, este suele
extenderse hasta el muslo y la rodilla, limitando la habilidad para caminar debido a la rigidez de la cadera.
El síntoma fundamental es el dolor aunque también aparece rigidez y deterioro de la funcionalidad
(movilidad).
Algunos síntomas comunes que producen los problemas en la cadera son:
Es una enfermedad articular crónica, degenerativa y progresiva. Consiste en la pérdida del cartílago
articular, la formación de osteofitos y la deformación de la articulación de tal forma que se altera la
morfología y la función de la rodilla.
Las causas de la artrosis de rodilla las podríamos dividir en:
Traumáticas: fracturas articulares, lesiones condrales, meniscectomías, etc
Deformidades angulares.
Metabólica (diabetes mellitus)
Séptica: la infección de la rodilla es un suceso muy grave que suele destruir el cartílago articular.
Predisposición genética
Los deportes de impacto
Los síntomas más comunes son:
Es una enfermedad degenerativa que se caracteriza por el desgaste del cartílago articular, y puede afectar a cualquier articulación.
Es causante de la mayor parte de dolor crónico articular en adultos arriba de 55 años y principal causante
de incapacidad funcional.
Su tratamiento dependerá de qué tan severo sea el estado actual de la enfermedad, pero puede incluir
medidas generales para disminuir el dolor y fortalecer los músculos, evitar el sobrepeso y obesidad, terapia
física y, en casos muy específicos, cirugía.
Es muy importante su diagnóstico y clasificación para poder otorgar el tratamiento adecuado para nuestros
pacientes.